miércoles, 28 de enero de 2009

Zapatero/Obama, dos novedades políticas. ¿Y nosotros?

Diario POR ESTO! Mérida, Yucatán, martes 27 de enero de 2008

Uno se pregunta porque la política no puede darse y sostenerse en rutas de la honestidad, la sinceridad y la congruencia entre lo que se ofrece en campaña y hace como gobierno.

En la Unión Europea, hay una corriente social que tacha a secas a “lo peor”, a todos los políticos, debido a que su oferta nunca es real o por lo menos vinculada a todo lo propuesto en campaña. “Es mercadotecnia”, aseguran ya desde el gobierno, los triunfadores que decepcionan a los millones de votantes.

En México, en Mérida, el deterioro de la palabra convertida en promesa de campaña llegó a niveles tan altos de inconsistencia e incumplimiento, que la joven candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tuvo que usar subterfugio de estampar su firma en papelotes que contenían compromisos que tampoco cumplió. Así las cosas, la palabra política ha sido un mercadeo de piezas falsas en la esperanza de un pueblo, y en Yucatán surgió la novedad de rubricar promesas.

En la misma Europa surgió un candidato que, convertido en gobernante inició su mandato cumpliendo lo ofrecido en campaña, José Luis Rodríguez Zapatero, militante del PSOE.

José Luis Rodríguez Zapatero comenzó a sorprender a muchos, al iniciar una nueva etapa de congruencia entre el discurso de campaña y la praxis del gobierno. Él, regresó a casa a los militares españoles que se encontraban en Irak, puso al desnudo a michos ediles de diversas regiones de España, transparentó toda su actividad y cumplió, en su primer periodo, hasta con las promesas económicas.

Fue reelegido. La comunidad artística y cultural diseñó con los dedos de las manos un signo que recordaba la forma de las cejas de José Luis. Al lograr su segundo mandato diseñó un gabinete con el 50 % de mujeres y en 50 % de hombres. Carmen Chacón fue nombrada jefa de las Fuerzas Armadas Españolas.

A Mérida llegó la Obamanía. Muchos ciudadanos se involucraron en el espíritu del candidato del Partido Demócrata. Hubo efervescencia por Obama y su foto tuvo mayores espacios periodísticos que su contrincante. El triunfo de Obama emocionó también a los yucatecos.

Hoy en nuestro territorio se aplaude la prontitud con que el nuevo Presidente de USA, firma decretos y hace realidad sus promesas de campaña. El sabe que hay decisiones que competen al gobierno, por encima del propio Congreso y está haciendo uso de ese derecho.

La relación que establezco entre Zapatero y Obama, es la del olvido del antecedente histórico. Vemos como una novedad todo lo que el gobernante de Norteamérica está haciendo, pero olvidando que quien inició estas actitudes fue el Presidente del Gobierno Español.

A través del primer político y ahora con el segundo, se inicia una etapa de confianza en la clase política.

En Mérida, en nuestro Yucatán, ¿veremos algo parecido? Lo dudo. Lo último en la selección de candidatos fue como haberse acostado a dormir en los años ochenta y despertado veinte y nueve años después en el mismo ambiente, en la misma atmósfera, siguiendo a las dinastías.

Ojalá el ejemplo de “Z” (así identifican a Zapatero en España) y Barak Obama, cunda pronto, urgentemente, en nuestra identidad.

Víctor Salas


Me ha parecido interesante transcribiros este reportaje en mi blog, tiene toda la razón el autor del mismo.

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