
Hace poco, en una fiesta, no se como, apareció el tema de la muerte, que si ibamos a subir al cielo, que si iríamos de cabeza al infierno.
Hubo un comentario que me dejó un poco, no se como, fue este: yo iré al infierno, total, en el cielo no conoceré a nadie. Yo me callé y recordé, y sí, tengo a bastantes allá arriba, y ahora, por desgracia, hay una más, Tia Primitiva, que se fue y por fin pudo descansar la vista y las piernas.
Este post es para ella.
Te echaré de menos.
Y recuerda que aún te debo un pedazo de cielo de Otal, que con tanto entusiasmo me pediste aquel año que fuimos a tu pueblo, que prometo, algún día, bajarte de allá arriba, y dejartelo en casa.

Hubo un comentario que me dejó un poco, no se como, fue este: yo iré al infierno, total, en el cielo no conoceré a nadie. Yo me callé y recordé, y sí, tengo a bastantes allá arriba, y ahora, por desgracia, hay una más, Tia Primitiva, que se fue y por fin pudo descansar la vista y las piernas.
Este post es para ella.
Te echaré de menos.
Y recuerda que aún te debo un pedazo de cielo de Otal, que con tanto entusiasmo me pediste aquel año que fuimos a tu pueblo, que prometo, algún día, bajarte de allá arriba, y dejartelo en casa.

No hay comentarios:
Publicar un comentario